Loft Gray en Nueva York / Work AD


El Loft ocupa la undécima planta de un edificio del centro de Manhattan y fue diseñado por Work AD (Actualmente GWP). El encargo consistía en reconvertir el espacio en una vivienda con tres habitaciones, cuatro baños, una gran sala de estar donde poder recibir a muchos invitados y que a la vez pudiera uti­lizarse como despacho.

La existencia de dos terrazas y de 23 ventanales en tres de las cuatro fachadas del piso marcó el diseño, que desde un principio se inclinó hacia una distribución que no inte­rrumpiera el perímetro. De esta manera, las habitaciones y los baños se colocaron en el interior de la planta cercados por un muro flotante de corian, que no llega al techo y cuya hendidura en su encuentro con el suelo le aporta una grácil ligereza. El ancho del muro no sólo permite separar claramente la zona pública de los espacios privados, sino que además da cabida a estanterías, armarios y hasta a una cama plegable para invitados.

La sala de estar está constituida por un espacio abierto y continuo donde los acaba­dos del pavimento o las alfombras definen diferentes ámbitos para ver la televisión, rela­jarse, escuchar música o reunirse con amigos. El estudio se levantó unos centímertos del nivel del suelo y ocupa el centro de la sala de estar. En una de las paredes se acomodaron armarios de plástico laminado y una mesa de trabajo.



La cocina, de acero inoxidable y corian, se ubicó en la esquina sudeste de la vivienda para aventajarse de la luz matinal. Además, se abre a una de las terrazas, cuyo cerra­miento está formado por una puerta de garaje abatible que permite ampliar la cocina y convertirla en un gran espacio al aire libre.



En ninguna estancia del apartamento el uso del corian es tan omnipresente como en los baños, donde el material se dobla para conformar los lavabos, tabiques y hasta ban­quetas para sentarse en la ducha.



Los muebles diseñados exclusivamente para el proyecto se combinan con clásicos como las sillas metálicas de los Eames o las tubulares de Mies van der Rohe.





Compartir:

0 comentarios