Vivienda en el aserradero / Archier


Esta vivienda diseñada por el estudio de arquitectura Archier en Yackandandah, Australia, utiliza grandes bloques de hormigón de más de una tonelada de peso, reutilizados, que se anclan en el paisaje y crean una envolvente dinámica para regular el ambiente interno. La vivienda ha sido diseñada para un bohemio, un escultor local, que deseaba una vivienda rústuca que reflejase su personalidad.




Enfoque

Aprovechando el conjunto de habilidades del promotor era una prioridad para los arquitectos crear una vivienda con un cierto enfoque escultórico. Originalmente se desarrollo un plan de trabajo de un año que se ha ido desarrollando codo a codo con el cliente en el lugar de la construcción. Este proceso ha permitudo alejarse de las soluciones convencionales, investigando posibles soluciones innovadoras.



El uso de los bloques de hormigón recuperados es un experimento que buscaba explorar el aprovechamiento de las miles de toneladas de hormigón que se desecha cada año. Cada bloque es un subproducto del exceso de hormigón que queda en camiones hormigonera de uno o más proyectos en la región. El subproducto se vertió en cubetas de acero, obteniendo un elemento perfecto para el desarrollo de proyectos a pequeña escala como esta vivienda.


¿Qué contribución hace el diseño hacen que la vida de los habitantes?

Según explica el cliente;

"La vivienda alberga a nuestra familia compuesta por tres jóvenes miembros, que ahora pueden vivir cómodamente y con seguridad dentro de una zona eminentemente industrial.

Grandes mamparas y puertas transforman el espacio para adaptarse a las diferentes condiciones climáticas y sociales, lo cual es crucial para nuestra familia que debe vivir en un clima diverso y en ocasiones extremo. Es importante destacar que la naturaleza cívica del diseño permite que el edificio funcione como una oficina de diseño con un aspecto fantástico ".


Contexto


Cada uno de los bloques de hormigón de una tonelada que forman el perímetro de las paredes de la vivienda tiene un historia- un puente, un sendero, un edificio; y gracias a ello se ha podido crear un mosaico de color y textura en las diferentes fachadas. Estas texturas imitan las capas sedimentarias de la tierra que continúan siendo visibles dada la vida anterior del sitio como mina de oro antes de convertirse en el aserradero local. Las pantallas creadas a partir de tablones de madera son una clara referencia a la historia reciente del lugar. En el interior también destaca el uso de la madera.

Sostenibilidad


Un total se han empleado 270 bloques de hormigón. El proyecto explora la posibilidad de aprovechar positivamente las miles de toneladas de hormigón que se desechan todos los años en la industria de la construcción.




El proceso de creación de los bloques a partir de moldes da como resultado un bello mosaico de texturas. Aunque tal vez no una respuesta holística, se espera que esta aplicación de los residuos contribuyan a un aumento en la investigación de la reutilización de los subproductos del hormigón, una industria que libera una gran cantidad de CO2 a la atmósfera.


La casa además aprovecha de la brisa local, favoreciendo la ventilación cruzada. El patio central  y la pasarela exterior permiten calentar en invierno de forma natural las estancias interiores, mientras que en verano evitan el calentamiento excesivo.  


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