Esta vivienda situada en el municipio de Castrovillari, al sur de Italia, ha sido bautizada por sus arquitecto como la vivienda monolítica. Brain Factory han creado un interior minimalista con algunos toques de clasicismo a través de un concepto creativo que juega con las sustracciones volumétricas de un bloque monolítico. Las majestuosas vistas de las montañas del macizo Pollino, claramente visible desde las luminosas ventanas del apartamento, conducen a la elección de la piedra como materia prima conceptual. 

Además de piedra, material natural predominante es la madera que aporta calidez al ambiente de la entrada, un lugar en el que el visitante se encuentra envuelto inmediatamente en un ambiente surrealista: una lluvia de cristales de Swarovski adornan las paredes, salpicándola de destellos. Adheridos a la pared dos apliques que simulan sendas lamparas clásicas contribuyen aún más a crear un ambiente de fantasía. 

En el interior encontramos un elemento de tensión constructiva, es la partición de las pared de piedra entre la cocina y la sala de estar. Esta especie de isla conecta ambos espacios pero al mismo tiempo los mantiene separados.  La sala de estar ha sido pensada para reunir a una gran cantidad de invitados, por ello, se ha optado por establecer un largo sofá rinconera como protagonista. La mesa central se caracteriza por una gran ligereza visual conseguida a través del uso de mobiliario de alambre entra el que encontramos un clásico como la silla Eames.

Williamsburg es uno de los barrios de Brooklyn de moda, allí encontramos este loft situado en un antiguo labortorio industrial. El espacio era originalmente mayor, pero su propietaria decidió dividir los más de 200m2 del espacio original en dos apartamentos, uno para ella y otro para alquilar. El edificio goza de una apasionante historia reciente, puesto que fue desocupado al considerarse que no cumplía los requisitos mínimos para albergar viviendas, tras la lucha iniciada por los vecinos y artistas que lo ocupaban, el edificio ha sido declarado finalmente legal para albergar viviendas y estudios para artistas. La promotora, preocupada por preservar las características industriales de la construcción, pidió al arquitecto de Skip Bolling que la ayudara sólo a construir un ambiente contemporáneo manteniendo los atributos originales del edificio. Por lo tanto, se mantuvieron algunos elementos como el suelo de cemento envejecido por el tiempo y las grandes ventanas de hierro que ocupan algunos de los muros de doble altura. 

Con la nueva decoración el loft ganó en personalidad. La cuidada y estudiada iluminación ayuda a mantener el ambiente ecléctico durante la noche. Sin embargo, el atributo más importante para la propietaria siempre había estado allí, ganando un mayor protagonismo con la reconversión: las impresionantes vistas del puente de Williamsburg y el Lower East Side de Manhattan.

i29 Arquitectos ha llevado a cabo la rehabilitación de un antiguo garaje en el distrito de Pijp en Ámsterdam para reconvertirlo en una vivienda unifamiliar. Con un total de 230m2 el programa se desarrolla en una sola planta. La iluminación proviene principalmente de claraboyas que proyecta iluminación indirecta sobre los diversos espacios que componen el interior. Las amplias superficies de madera de roble crean un gran contraste con las paredes blancas, las superficies oscuras y los elementos de fundición gris.

La cocina de diseño personalizado incluye una gran puerta corredera de madera para cubrir las áreas de almacenamiento, una isla de cocina de color negro se ha situado justo delante crean un interesante juego de contrastes. Los armarios empotrados y la chimenea tienen las mismas características y contrastes de materiales. Paredes de madera de arriba a abajo con puertas integradas marcan la entrada a las estancias privadas, como dormitorio y baño.

Sus habitantes disponen de un patio entre el dormitorio y salón principal. Con el fin de conectar el interior y exterior los arquitectos de i29 ha diseñado una alfombra que cuenta con un patron que simula el musgo natural. El efecto visual logra engañar al espectador.  El exceso de luz natural en combinación con las capa de color verde y beige se asemeja a una experiencia al aire libre, aunque se permanezca en el interior de la vivienda. 

AMBAU Taller D´Arquitectes ha completado la reforma integral de un ático en Ruzafa, uno de los barrios en auge de la Ciudad de Valencia. Sus calles se han llenado de locales modernos y atractivos en lo que a lo culinario se refiere, pero también desde el punto de vista del diseño. Esta vivienda ideada para alguien muy especial para los arquitectos no podía ser menos: aprovecha la luz de su posición privilegiada y transforma un piso muy compartimentado, en un espacio fluido de una excelente calidad espacial y material.

El objetivo principal del proyecto es el de crear dos zonas diferenciadas: una de día con distintos espacios entrelazados, y otra zona más reservada para el descanso nocturno. De esta forma, los espacios públicos se relacionan entre sí a través de diferentes mecanismos: el mueble alto, que integra la nevera, se convierte en una pieza noble (de acabado en chapa natural de roble) que articula las zonas de acceso, baño, cocina y comedor; la encimera de cocina se prolonga en el comedor dando servicio de almacenamiento y consiguiendo fundir los espacios sin un límite tangible; el mueble de la entrada con el telefonillo no es otra cosa que una prolongación de la despensa; la zona del salón y el comedor se convierte en una pieza pasante norte sur cuya única división es una potente pieza de pladur que oculta una viga de cuelgue e insinúa el acceso a la zona de noche, a la vez que integra las luminarias en fisuras lineales; el ambiguo panel lacado en blanco del comedor se convierte en una puerta invisible y posteriormente en una estantería que produce un amueblamiento supletorio que elimina la necesidad de introducir mobiliario en un espacio reducido; por último, una estantería de obra hace las veces de mueble de la tele y relaciona el salón con el estudio, dando mayor profundidad de perspectiva al ajustado espacio.

En la cocina, los muebles se adaptan a necesidades específicas pero intentando pasar desapercibidos como tales. Para ellos se escoge un panel lacado gris y una chapa de madera de roble que dan lugar a un diseño atemporal desprovisto de toda connotación. Una gran puerta corredera que desliza por el frente del mueble oculta el horno y el lavavajillas, y juega con la profundidad del zócalo que se aumenta con la intención de generar más ligereza a su visión. La encimera y aplacados se realizan con una pieza de Compac gris, similar al lacado de las puertas, dotando de unidad al conjunto.

El baño se plantea como un lugar de relax. Se utilizan piezas de porcelánico oscuro sobre las que contrasta una encimera volada de silestone blanco zeus en la que apoya el lavabo y que se introduce, junto con el espejo superpuesto, en la zona de ducha, manteniendo la idea de continuidad espacial. El cromado de los grifos y el gris de los cerámicos se combina con un plato extraplano de ducha, mientras que la mampara se realiza en vidrio transparente para evitar que interrumpa visualmente el espacio.