La Biblioteca Nacional es el caso de una obra que a 30 años de su concepción da testimonio de la riqueza y vigencia de su propuesta. Primer premio del Concurso Nacional de Anteproyecto de 1961 fue comenzada su construcción en 1972 e inaugurada parcialmente en 1992. Sin embargo, esta larga historia, permitió incorporar su silueta inconfundible al paisaje de la ciudad transformándose en un monumento, mucho tiempo antes de haberse terminado. En la Biblioteca Nacional prevalece esta intención de monumento ya que su volumen, visible desde distintos puntos de las avenidas y jardines que la rodean, se constituye en una referencia visual que adquiere esa doble cualidad de algunas obras de Clorindo Testa: vista de lejos parece una escultura gigantesca, elevándose sobre sus patas por encima de las copas de los arboles; ya de cerca, reasume su condición de objeto arquitectónico transmisor de todo el énfasis simbólico que su función le presta.
La biblioteca nacional se erige sobre un antiguo jardín diseñado por Thays para la quinta Unzué, luego residencia presidencial donde murió Eva Perón, con una extensión de dos hectáreas se debía conservar el mayor número de árboles existentes y dejar la mayor cantidad de espacio libre.
Estas premisas, definieron para los proyectictas, la idea de elevar el edificio sobre
cuatro patas, dejando absolutamente libre la planta baja, sólo ocupada por el hall de entrada y plantear la sala de lectura en la última planta con vistas sobre el río y los parques circundantes. El planteamiento de la
Biblioteca Nacional produce una continunidad ininterumpida del espacio público, poniendo énfasis en el diseño de los espacios exteriores generando, el propio edificio, nuevos y generosos lugares públicos. Al recorrerla se aprecia esta mezcla de plaza y edificio que enmarca diferente imágenes del paisaje perceptible a través de las siete plantas del edificio.
Datos del proyecto:Localización: Av. del Libertador, Buenos Aires, Argentina
Arquitecto: Clorindo Testa
Proyecto: 1961
Construcción: 1972-92
Tipología Biblioteca
Fotografías:
Flickr
El Concurso Nacional de Anteproyectos para las oficins de la empresa estatal productora de acero (Somisa), tuvo como condición que fuesen realizadas íntegramente en este material, siendo, por esta circunstancia, una obra única dentro de la producción arquitectónica contemporánea argentina.
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Edificio Somisa. Vista desde la Avenida Julio A. Roca. Buenos Aires |
Fue construida en seco, sólo con chapa plana soldada, creando a partir de ella columnas, vigas y entrepisos. El courtain wall que sirve de cerramiento es independiente de la estructura y está compuesto por termopaneles de cristal anticalórico doble con cámara de aire interior, los que permiten obtener una aislación térmica y acústica óptimas. Los elementos divisorios interiores están formados por paneles de acero desarmables que contribuyen a la flexibilidad del edificio.
El edificio Somisa es una obra singular que refleja la rigurosidad funcional y constructiva del Estudio de arquitectura de
Mario Roberto Álvarez con más de 65 años de producción ininterrumpida, hasta su muerte en 2011.
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Edificio Somisa. Detalle del Helipuerto. Buenos Aires |
Datos del Proyecto:
Localización: Av. Belgrano esquina Julio A. Roca, Buenos Aires, Argentina
Proyecto: 1966
Tipología: Edificio de Oficinas
Promotor: Somisa
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Edificio Somisa. Plano de la Primera Planta. Buenos Aires |
Desde
Mar Azul, una ciudad costera a 400 kilometros de Buenos Aires nos llega esta vivienda diseñada por la firma de arquitectura local
BAK Arquitectos. En un bosque de coníferas la casa se integra en el paisaje aprovechando un pequeño desnivel, reduciendo el impacto sobre el entorno. La racionalidad presupuestaria y la facilidad para el mantenimiento han marcado el proyecto.
El estilo
minimalista de la vivienda queda patente en las formas sencillas de su diseño y en las paredes desnudas de hormigón. Se busca con ello llegar a un punto de espiritualidad, de relación con el entorno, totalmente contrapuesto al de una vivienda urbana.
BAK escuchó al entorno y lo complemento con un edificio respetuoso tanto en forma como en concepción, alterándolo lo mínimo posible.
El bosque crea un
microclima protegiendo a la casa contra el calor de la zona sobre todo en épocas estivales. Su fachada está salpicada de grandes vanos, transportando luz natural en abundancia al interior. Bajo los pinos la vivienda se mantiene fresca en verano reduciendo la necesidad de climatización. Los ventanales están orientados hacia el bosque y el mar manteniendo relación visual directa con el entorno desde el interior en todo momento.
La casa se apoya sobre una
losa de hormigón armado de 6,90 por 14 metros. En el interior convive el hormigón con la madera reciclada de pino candiense que se ha utilizado para el mobiliario.
El hormigón es un material resistente, de bajo mantenimiento y relativamente económico, además es el aislante perfecto para mantener estable la temperatura en el interior desde la primavera hasta el otoño, periodo para el que está pensado el uso de la vivienda. La pequeña
plataforma de madera permite una mejor integración en el paisaje y una interesante contraposición de texturas frente al hormigón.
Datos del Proyecto:Localización: Mar Azul, Argentina
Arquitectos:
BAK Arquitectos
Superficie de la parcela: 595 m2
Superficie construida: 90 m2
Comienzo: 2006
Finalización: 2007
Fotografías: Daniela Mac Adden
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