Edouard François ha propuesto para la ciudad francesa de
Nantes una torre caracterizada por ser un autentico eco-vecindario. El edificio posee dos problemas claramente diferenciados, uno residencial y otro comercial, pero con un nexo común una cubierta vegetal que envuelve al edificio. La torre pretende reinterpretar las experiencias y las interacciones entre los habitantes de un edificio en altura.

La exhuberante vegetación y su forma elíptica hace que esta torre de
17 plantas parezca estar en movimiento. La estructura está revestida de
finos tubos de metal donde se inserta la vegetación. Estos contenedores poseen 12 centímetros de diámetro y 4 de longitud, las plantas serán seleccionadas por el jardín botánico local.
