Eric Guibert ha rehabilitado la última planta de una antiguo edifico industrial situado en Kennington, al sur de
Londres. A primera vista, parece que nos encontramos en un espacio industrial, los muros de ladrillo de fábrica y el suelo de madera, ya envejecido con el paso del tiempo, nos transmiten esa sensación, sin embargo nos encontramos en una peculiar vivienda que ocupa un edificio industrial de dos plantas.
Algunas de las estancias se han mantenido tal cual, este es el caso por ejemplo del dormitorio donde las canalizaciones y tubos de la instalación eléctrica quedan al descubierto. El acceso mantiene el romanticismo con el que ha sido concebida la nueva vivienda ya que se realiza por una
antigua tienda, hoy cerrada. La
combinación de colores que se han empleado en el interior de edificio permiten regular los diferentes niveles de luz dentro del edificio.
La
sala de estar, situada en la segunda planta, está pintada de gris metálico, algo que según su diseñar aisla incluso del frío en invierno. En esta estancia se han combinados muebles en tonos claros y oscuros, todos con un marcado toque retro.
Otras estancias, como el
baño, continúan con el marcado estilo retro impuesto por el diseñador de la vivienda, en alusión según él a la técnica barroca del claro oscuro. Así pues encontramos una bañera victoriana, totalmente restaurada, que contrasta con las paredes pintadas en negro. La
planta baja, es la que recibe menos luz por lo que se ha empleado una paleta de colores suaves, en ella encontramos una sala de estudio y la cocina, abierta al jardín.
Eric Guibert ha rehabilitado la última planta de una antiguo edifico industrial situado en Kennington, al sur de Londres. A primera vista, parece que nos encontramos en un espacio industrial, los muros de ladrillo de fábrica y el suelo de madera, ya envejecido con el paso del tiempo, nos transmiten esa sensación, sin embargo nos encontramos en una peculiar vivienda que ocupa un edificio industrial de dos plantas.
Algunas de las estancias se han mantenido tal cual, este es el caso por ejemplo del dormitorio donde las canalizaciones y tubos de la instalación eléctrica quedan al descubierto. El acceso mantiene el romanticismo con el que ha sido concebida la nueva vivienda ya que se realiza por una antigua tienda, hoy cerrada. La combinación de colores que se han empleado en el interior de edificio permiten regular los diferentes niveles de luz dentro del edificio.
La sala de estar, situada en la segunda planta, está pintada de gris metálico, algo que según su diseñar aisla incluso del frío en invierno. En esta estancia se han combinados muebles en tonos claros y oscuros, todos con un marcado toque retro.
Otras estancias, como el baño, continúan con el marcado estilo retro impuesto por el diseñador de la vivienda, en alusión según él a la técnica barroca del claro oscuro. Así pues encontramos una bañera victoriana, totalmente restaurada, que contrasta con las paredes pintadas en negro. La planta baja, es la que recibe menos luz por lo que se ha empleado una paleta de colores suaves, en ella encontramos una sala de estudio y la cocina, abierta al jardín.
