Eva Jiricna, arquitecta de origen checo es sin duda una de las que mejor entienden la rehabilitación de espacios tradicionales. Esta casa de estilo georgiano situada en un suburbio de Londres, es uno de los mejores ejemplos. En 1743, Belgravía era un suburbio que daba asilo a la incipiente clase obrera, con el tiempo la clase burguesa fue transformando el barrio, los edificios de apartamentos fueron convertido en mansiones unifamiliares. En el proyecto se respetó la fachada original, restaurándose en su totalidad por el conservador y arquitecto Julian Harrap. Una escalera de cristal hace de bisagra entre lo antiguo y lo nuevo. El techo es de cristal translúcido, para el suelo se ha utilizado piedra caliza para las nuevas superficies y madera de roble y enmoquetado para las zonas de la casa preexistentes. La luz toma un papel integrador entre lo antiguo y lo nuevo, así encontramos grandes vanos cenitales que enriquecen el diseño original. Las paredes blancas dan cierto aspecto minimalista al interior, potenciando a la vez la luminosidad. En palabras de la arquitecta: "Es divertido ver como los transeúntes se sorprende al ver una mansión ultramoderna en una casa del siglo XVIII." La casa cuenta con 550 metros cuadrados y un patio de unos 140 metros cuadrados que también ha sido remodelado.


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