A pesar de que no sigue en producción como las famosas sillas tubulares de Marcel Breuer este sillón de Josef Albers merece un hueco en la historia del diseño de mobiliario del movimiento moderno. Sus formas nos recuerdan a la silla Wassily que diseñara Breuer en 1926. Está formada por dos cuadrados de cantos redondeados que forman el esqueleto visual del sillón, esta estructura está realizada en madera de arce y contrachapado de nogal. Este esqueleto le proporcionaba un aspecto ligero, a la vez el cojín de pluma lo hacía sumamente cómodo. El sillón fue diseñado en 1926 para Hans Ludwig. Su diseño recuerda a la serie Homenaje al cuadrado, plasmando la abstracción en un mueble tan corriente como un sillón.

Josef Albers, Catedral. 1930, vidrio opaco tratado con chorro de arena, 34,3 x 48,3. Clección The Josef Alber.
El vidrio opalino de color blanco se fundió para originar el colorido de este fragmento. Los colores, que sólo aparecen en los puntos que se cubrieron antes de aplicar el chorro de arena, se completaron manualmente con una capa posterior. Gracias a una planificación exacta y a la técnica desarrollada por Albers, los fragmentos de vidrio que conseguían una precisión geométrica excepcional y unos efectos cromáticos que únicamente son posibles con este material.