Diseñada por Keiji Ashizawa, la casa S se sitúa en un tranquilo barrio residencial en el centro de Tokio. Ocupa un solar al final de un callejón, en lo que antaño fue una residencia samurai. Los pinos y zelkovas, aportan un toque natural a la vivienda y una cierta dosis de tradición japonesa. Tal entorno dentro de una gran ciudad condicionó el proyecto desde el principio.
El entorno natural, ofrece una pantalla vegetal que garantiza la privacidad de sus habitantes. El arquitecto diseñó la vivienda para que formase parte del paisaje y no al contrario, por lo que en ella observamos materiales cálidos, propios de la arquitectura japonesa tradicional como la madera, combinados con materiales fríos como el cristal o el acero.
Todo se ha diseñado teniendo en cuenta los gustos de los clientes, desde la iluminación hasta el mobiliario o las manillas de las puertas han surgido de un trabajo conjunto entre arquitecto y cliente. La estructura es compleja, pero los arquitectos trataron no hacerla visible, gracias a la introducción de la planta abierta que gira entorno a un pequeño patio. El espacio fue diseñado desde el comienzo en términos de la luz que penetra desde el exterior, la circulación del aire, y la exposición de las obras de arte del cliente. Así pues, cada rincón se ha diseñado para provocar un sentimiento. Las diferentes terrazas, permiten observar el paisaje circundante, ofreciendo al mismo tiempo un espacio íntimo, protegido por los árboles que ocupan la parcela.
Datos del proyecto:
Localización: Tokio, Japón
Arquitecto: Keiji Ashizawa
Finalización: 2011
Fotografías: Daici Ano
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El entorno natural, ofrece una pantalla vegetal que garantiza la privacidad de sus habitantes. El arquitecto diseñó la vivienda para que formase parte del paisaje y no al contrario, por lo que en ella observamos materiales cálidos, propios de la arquitectura japonesa tradicional como la madera, combinados con materiales fríos como el cristal o el acero.
Todo se ha diseñado teniendo en cuenta los gustos de los clientes, desde la iluminación hasta el mobiliario o las manillas de las puertas han surgido de un trabajo conjunto entre arquitecto y cliente. La estructura es compleja, pero los arquitectos trataron no hacerla visible, gracias a la introducción de la planta abierta que gira entorno a un pequeño patio. El espacio fue diseñado desde el comienzo en términos de la luz que penetra desde el exterior, la circulación del aire, y la exposición de las obras de arte del cliente. Así pues, cada rincón se ha diseñado para provocar un sentimiento. Las diferentes terrazas, permiten observar el paisaje circundante, ofreciendo al mismo tiempo un espacio íntimo, protegido por los árboles que ocupan la parcela.
Datos del proyecto:
Localización: Tokio, Japón
Arquitecto: Keiji Ashizawa
Finalización: 2011
Fotografías: Daici Ano
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