Diseñada en los años ochenta por Massimo y Lella Vignelli, esta silla de nombre impronunciable y líneas plásticas se ha convertido con celeridad en un clásico del diseño indispensable en un comedor moderno. La Silla Handkerchief, se trata de un mueble escultural, donde las líneas curvas son las protagonistas. Es una silla muy cómoda con diseño ergonómico, además es apilable, lo que la hace además de para el ambiente privado, idónea para salas multiusos. La base esta realizada en fino tubo de acero (de sólo 12 mm), mientras el cuerpo de la silla es de madera laminada lacada en varios colores (blanco, negro, naranja y gris). Es un producto Knoll por lo tanto de máxima calidad.