Se trata de un edificio de apartamentos de lujo diseñados por Eran Chen de ODA-Architecture y Perkin Eastman. Una gran cortina de cristal es interrumpida tan sólo por el juego de volúmenes que desafían el esquema clásico de las construcciones de ladrillo colindantes. El edificio preexistente, diseñado para la joyería Tiffany en 1870, sería el principal protagonista, puesto que su estructura de hierro y ladrillo quedaría visible tras la cortina de cristal de los primeros cinco pisos. Chen señala que la fachada cambia durante el día siendo más o menos visible a lo largo de este la antigua fachada, la intención según Chen es confundir al viandante, darle una perspectiva diferente de la arquitectura actual y tradicional de Nueva York cada vez que se enfrente al edificio.