Esta particular vivienda diseñada por Petr Hajek en una zona residencial a las afueras de Praga se sitúa en el centro de un jardín. Cada habitación individual está orientada a uno de los árboles que lo componen reforzando la relación de sus habitantes con la naturaleza. El salón se sitúa frente al manzano, el dormitorio principal, al cerezo, el baño, al melocotonero, la habitación de invitados, al abeto de plata y habitación de los niños, al nogal. Por tanto cada habitación tiene una vista única que le imprime un carácter propio.