Situada a orillas del Lago Garda, en los Alpes italianos, la casa diseñada por Steven Holl para el propietario de una prestigiosa empresa de iluminación y su familia, se caracteriza precisamente por ser un ensayo en lo que a iluminación natural se refiere. Su aspecto de polígono seccionado, donde destacan las formas básicas, responde precisamente a esa búsqueda de luz natural. En su fachada norte, de cara al lago, nos encontramos con grandes cristaleras que mantienen unido el interior y el impresionante paisaje exterior.
La estructura de acero y hormigón está recubierta de una piel creada a partir de una aleación de cobre, níquel, acero y cromo que le imprimen un color rojizo característico al exterior. En el exterior encontramos hasta tres patios, pensados para ser utilizados cada uno en una época del año. En el interior las diferentes ventanas que seccionan la piel de la casa crean un interesante juego de luces y sombras. Los interiores son de yeso blanco con suelos de terrazo en la primera planta y de bambú en la segunda.
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