Una casa de verano no debe ser excesivamente cara pero debe proporcionar a sus habitantes todo tipo de comodidades, así lo pensó el arquitecto noruego Tommie Wilhelmsen y así lo hizo. Su diseño se basa en una serie de módulos donde la madera el la materia prima. La casa, de reducidas dimensiones donde todas las estancias se encuentran en un mismo espacio, siendo los volúmenes los que actúan como distribuidor del mismo, así vemos por ejemplo como el dormitorio se ha elevado para dejar bajo un porche para poder disfrutar del aire libre y crear un espacio indispensable en las casas de verano nórdicas.
El interior es moderno y minimalista, en el destacan la escacez de mobiliario, optimizando el espacio. Su diseño es limpio, abundando las formas rectas.