El arquitecto escandinavio Torsten Ottesjö, ha concluido esta peculiar vivienda de fin de semana para una pareja en Suecia. Se trata de una casa con lo necesario para vivir, el arquitecto realizó un exhaustivo estudio para alcanzar el mismo nivel de funcionalidad que el que se podría alcanzar en una vivienda de mayores dimensiones. Su forma curva y la gran altura de su techo aumentan la sensación espacial del interior. Según explica su arquitecto: "un espacio curvado transmite una mayor sensación espacial que uno no curvado gracias a la ilusión de perspectiva". El resultado es un espacio acogedor con una personalidad e identidad propia.
Esta vivienda ha sido concebida con racionalidad, tratando de optimizar el binomio coste-eficiencia, para ello el arquitecto ha estandarizado tanto la vivienda como el mobiliario de tal modo que podrá adquirirse en un futuro por otros clientes, repartiéndose los costes de desarrollo entre ellos. La posibilidad de adaptar la vivienda al paisaje, poder trasladarla e incluso emplear materiales locales para reducir los costes, son algunas de las ventajas que la prefabricación ofrece a los promotores, si a esto le añadimos un diseño original y funcional al mismo tiempo, el resultado es más que satisfactorio.