Casa Arco de Pezo von Ellrichshausen
Construida en una de las áreas más golpeadas por el terremoto que asoló Chile en 2010, esta vivienda diseñada por Pezo von Ellrichshausen nos muestra una sobriedad y una racionalidad propia de los primeros compases del movimiento moderno. En este caso la economía se traduce en una fuerte personalidad de la obra y honestidad estructural. La casa se compone de pocos elementos arquitectónicos, la base de hormigón, armado, vigas de metal y columnas del mismo tamaño y grandes superficies acristaladas que enmarcan el entorno circundante.
A pesar de no estar en una zona urbana de alta densidad, su forma de prisma de cuatro niveles unido a la ligereza estructural se traduce en una importante sensación de verticalidad. El primer nivel extiende sus raíces en el suelo incrustándose en la ladera. La casa de pie allí, inmóvil, en una forma que se debate entre las líneas verticales y horizontales del diseño. La línea vertical desafía la estática en un área de gran riesgo sísmico, la línea horizontal que absorbe esta tensión y transmite una gran sensación de serenidad. Esta condición inusual en un diseño equilibrado en el que la geometría es la clave.
El interior es igual de explicito que el interior, todos los ambientes están bañados por la luz natural excepto el primer nivel. Cortinas blancas aportan algo de privacidad a sus ocupantes que están condenados a entenderse con el paisaje circundante. Éste es cambiante y que aporta un elemento dinámico a una vivienda de formas sencillas, en la que encontramos pocas sorpresas en lo que a forma y concepción se refiere. La madera que recubre suelos y techos son los únicos elementos no estructurales que encontramos en su interior.
Este estudio de arquitectura ha demostrado capacidad excelente increíble para sintetizar y expresarse en una obra de tamaño modesto.
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A pesar de no estar en una zona urbana de alta densidad, su forma de prisma de cuatro niveles unido a la ligereza estructural se traduce en una importante sensación de verticalidad. El primer nivel extiende sus raíces en el suelo incrustándose en la ladera. La casa de pie allí, inmóvil, en una forma que se debate entre las líneas verticales y horizontales del diseño. La línea vertical desafía la estática en un área de gran riesgo sísmico, la línea horizontal que absorbe esta tensión y transmite una gran sensación de serenidad. Esta condición inusual en un diseño equilibrado en el que la geometría es la clave.
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