Mas Fernández Arquitectos han creado esta vivienda pensada para que sus propietarios puedan entrar en contacto directo con la naturaleza. El edificio se sitúa en un acantilado en
Punta del Gallo, Chile, desde el que se tiene unas espectaculares vistas sobre el Océano Pacífico. Su posición privilegiada sin embargo entrañaba un gran inconveniente, el fuerte viento y matorrales dañinos para cimientos tradicionales. La solución a estos contratiempos se reflejan en su diseño, para evitar que las malas hierbas y protegerse del viento la estructura se eleva sobre pilotis realizados con madera de pino.
Con 120 m2 ofrece todo tipo de comodidades incluyendo una amplia terraza que funciona como mirador al aire libre. Junto a él, las grandes ventanas de vidrio del suelo al techo permiten enmarcar la vista desde la zona interior. La estructura es integra de madera de pino gracias a la abundancia de este tipo de árbol en la región y a los artesanos que se dedican a trabajar con ella. Su textura irregular ayuda a insertar el volumen en el paisaje desértico.
Para resaltar la belleza de las formas rectas que componen la vivienda los arquitectos optaron por aplicar dos colores, por un lado para el volumen principal madera tratada que le confiere un aspecto grisáceo y por otro los pilotis y estructuras salientes recibieron un tratamiento oscuro. En el interior se ha elegido un tono blanco que transmite neutralidad no robando un ápice de protagonismo al paisaje.
La casa está situada cerca del pueblo de Geiloe, Noruega, un destino popular de esquí en el valle de Hallingdal. Las Estaciones de esquí son abundantes alrededor de esta casa de campo. Fuera de la temporada de invierno, las montañas proporcionan excelentes oportunidades de senderismo, así como otras actividades deportivas. La vivienda diseñada para cinco miembros por Reiulf Ramstad Arkitekter posee un programa sencillo distribuido en cuatro dormitorios, un salón comedor y una pequeña sala de juego para los niños. Además se ha incluido un pequeño anexo para las visitas.
La respuesta por parte de los arquitectos fue el diseño de una cabaña con una expresión clara y limpia con una piel continua compuesta de un revestimiento de madera para las paredes y el techo exterior, que adquirirá una pátina gris con el tiempo. El volumen se compone de un cuerpo principal, que alberga la mayoría de habitaciones, éste sigue la topografia del paisaje y se divide en dos zonas de vida. Este cambio en el programa y el uso de múltiples niveles permite el edificio adaptarse a la pendiente del sitio. El volumen separado que conforma el anexo se sitúa como prolongación del cuerpo principal.
El acceso se sitúa bajo un voladizo. Tras la puerta de entrada encontramos un pequeño hall con suelo de hormigón pulido perfecto para descalzarse las botas de esquí. Una escalera de madera asciende desde este punto del programa y se abre hacia el generoso espacio donde encontramos los espacios comunes, coronados por un complejo techo de planos inclinados. El núcleo principal dela casa a partir de cual los diferentes espacios se ramifican es la cocina. Su encimera de hormigón armado de fibra de vidrio está en voladizo en el centro del espacio y anclado por una chimenea de dos caras en el otro extremo. A unos pasos encontramos otro espacio para cenar y relajarse junto a una segunda chimenea suspendida.
Las grandes cristaleras ofrecen impresionantes vistas sobre el entorno natural que rodea la cabaña. Los niveles elevados de las zonas de estar y comedor proporcionan a sus ocupantes un alto grado de privacidad. A través de puertas correderas a lo largo del pasillo se accede a las diferentes habitaciones, el baño y la sauna. La madera libre de nudos contribuye a dar un aspecto más homogéneo al interior.
"Este refugio de montaña es una continuación de las tradiciones constructivas de Noruega en forma y materialidad, integrado maravillosamente dentro de su paisaje y respondiendo a su contexto." Reiulf Ramstad
Dentro de un bosque en Ottawa, Canadá el estudio UUfie ha completado esta cabaña moderna que destaca por sus formas surrealistas. Aunque basada en el clásico tejado a dos aguas la vivienda esconde grandes sorpresas que la hacen distanciarse de las construcciones más tradicionales. La planta baja se presenta como un gran espajo qu refleja el bosque dándole continuidad al paisaje y jugando con la ilusión óptica. El resto de la vivienda está recubierta de láminas de cedro oscuro a excepción del techo de acero negro, creando un claro contraste con el verde de los árboles y el blanco de la nieve en las temporadas invernales.
Ya en el interior encontramos la sala principal caracterizada por su uniformidad en el diseño con un acabado único en madera para las paredes, suelo y techo. La ventanas conecta en interior y el exterior y pequeñas aberturas comunican unas salas con otras. La chimenea posee un sitio privilegiado en el salón. La casa se abre hacia el exterior en casi todas sus fachadas. Las ventanas se distribuyen a lo largo de las paredes y el techo. Una escalera de madera conduce a la planta superior que cuenta con altillo. Allí, una de las paredes posee un acabado que simula a antiguas tejas de madera redondeadas. Su diseño nos traslada a los cuentos infantiles tradicionales y a sus cabañas en el bosque.
Toda la casa tiene esta aura algo surrealista . Los espejos que rodean la planta baja , hacen que parezca que la casa está en equilibrio, como si se tratase de un árbol. Y es que la vivienda ha sido concebida como eso, una cabaña moderna salida de un cuento.
Esta casa rural japonesa, diseñada por
Case Design Studio, se asienta sobre un pilar central que permite a sus habitantes, una joven pareja, disfrutar de las vistas sobre los árboles cercanos en un entorno natural virgen cercano al famoso Monte Fuji. El programa se desarrolla en una única planta que combina espacios tradicionales de la arquitectura japonesa con otros contemporáneos. El acceso se lleva a cabo por una escalera que conduce a una terraza, una especie de hall de entrada al aire libre que conecta con la estancia principal de la vivienda.
La vivienda gira entorno al comedor central de doble altura. Este espacio se desvincula del resto de la casa tanto por su altura como los tonos empleados en él, ya que está recubierto de láminas de madera con un tono oscuro. Los pequeños vanos superiores crean un cierto ambiente místico que nos recuerda a la arquitectura del maestro Tadao Ando. Según los arquitectos el programa ha sido diseñado atendiendo a un "patrón de flujo migratorio" esto significa que "no hay callejones sin salida".
La sala tradicional japonesa goza de un gran nivel de iluminación natural gracias a un ventanal que la recorre de extremo a extremo. El suelo es de hormigón pulido salvo en la sala tradicional donde es de madera tipo tatami. La vivienda posee suelo radiante para combatir las bajas temperaturas que se alcanzan en invierno en la zona.
Datos del proyecto:Localización:
Yamanashi, Minamitsuru Narusawa, JapónArquitecto: Case Desi
gn Studio
Superficie Construida: 75 m2
Proyecto: 2013
Fotografías: Case Design Studio
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