Feldman Architecture ha llevado a cabo la rehabilitación de esta vivienda situada en el barrio histórico de San Francisco, Estados Unidos. El edificio original contaba con una fachada de estuco poco usual en el entorno urbano sobre el que se inserta, caracterizado por el uso intensivo del ladrillo y piedra. La primera decisión de los arquitectos fue recubrir la fachada con piedra caliza y sustituir las ventanas originales por marcos de metal que le confieren profundidad a los vanos transmitiendo una imagen más moderna y actual del exterior. La tercera planta fue ampliada a través de un remonte.
Su estrechez condiciona la distribución interior compuesta de espacios diáfanos que aprovechan al máximo las dimensiones de su planta. Para poner en valor las impresionantes vistas de las que dispone la vivienda hacia el skyline de San Francisco y monumentos como la Torre Coit o el Golden Gate, los espacios para la vida se han trasladado al nivel superior que dispone de tres paredes de cristal que trasmiten la sensación de flotar en el aire.
Este espacio abierto se ha reservado para la cocina y sendos comedores, uno interior y otro exterior. Los clientes deseaban que la cocina fuera uno de los elementos más importantes de la vivienda dada su pasión por cocinar. En ella todo permanece oculto y además dispone de una gran cantidad de espacios para almacenar. La cubierta al aire libre dispone de un pequeño huerto urbano y una parrilla.
La escalera de acero, madera y cristal funciona como un tragaluz vertical que transporta la luz natural desde las plantas superiores a las inferiores. A lo largo del interior encontramos una gran variedad de texturas y colores que combinados entre sí aportan armonía y frescura al interior.
El objetivo del proyecto era integrar bajo un espacio continuo e ininterrumpido funcionalidades domésticas comúnmente separadas. Este fue el principal requerimiento que realizó el promotor al estudio
Lineoffice encargado del rediseño del este
loft en
San Francisco. Tras dejar completamente diáfano el espacio eliminando las particiones existentes se han insertado dos elementos escultóricos: por un lado una "columna vertebral" que se mueve de un extremo a otro del
loft, y por el otro una forma sólida que contiene el baño y un lavadero, espacios que deben permanecer cerrados y separados del espacio principal.
La "columna vertebral" alberga los elementos domésticos del día a día como los electrodomésticos o los espacios destinados al almacenamiento mientras que fija límites difusos entre la entrada, la cocina, el espacio de estar y el dormitorio. Puertas y paneles de acero y nogal fijan puntos importantes en el interior como la puerta de acceso al baño o el armario principal. Los techos de madera y las instalaciones al descubiertos logran impregnar al loft de un marcado estilo industrial.
El carácter material de los elementos seleccionados (acero, nogal, granito negro y cristal traslúcido) complementan y resaltan las vigas originales sin dominar el espacio, creando un conjunto homogéneo y en armonía a pesar de la variedad de texturas empleadas.
Convertir un
antiguo almacén de cerveza en un paradigma de arquitectura sostenible es un difícil encargo al que se ha enfrentado el equipo de
Aidlin Darling Desing. El edificio, construido en
1912 cuenta con una superficie de 1400 metros cuadrados. El barrio está viviendo una profunda renovación, pasando de ser uno de los barrios más degradados en los años ochenta a todo un ejemplo de reconversión a nuevos usos.
Este edificio situado en el número 355 de la calle 11 en
San Francisco, era una autentica ruina, sin embargo su estructura estaba intacta, lo que posibilito crear un proyecto desde cero, creando un interior completamente nuevo. Esta estructura de madera fue mejorada para aumentar su resistencia sísmica.
El proyecto de
tres plantas, será la sede de varias empresas especializadas en arquitectura sostenible, así como una cafetería y un restaurante. En el interior podemos observar la estructura de madera original. Debido a que la nave industrial estaba catalogada determinados elementos interiores como la estructura de madera debían respetarse. La nueva piel de la fachada formada por dos capas de metal corrugado, tiene pequeños orificios que permiten la ventilación cruzada en el interior, atenuando la incidencia de los rayos solares sobre el metal. Esta piel, además garantiza un buen nivel de iluminación en el interior, garantizando la privacidad de sus ocupantes.