
Mostrando el dinamismo del Barrio Neoyorquino de
Chelsea,
Audrey Matlock ha diseñado este edificio residencial con cuerpos superpuestos. El edificio posee 47 apartamentos, distribuidos en 10 plantas. El edificio se encuentra en la parte moderna del barrio cercano al río Hudson, compartiendo silueta con edificios como el
IAC de Frank Gehry. Su diseño partió por tanto de la realización de una fachada singular acorde con su situación. La fachada esta dividida horizontalmente, cada banda de cristal va dibujando zig-zag característicos. Dependiendo del momento del día el color azulado de su fachada cambia de tonalidad.
Fachada

La entrada también es uno de los lugares emblemáticos del edificio

Adaptados al estilo de vida de sus habitantes, los apartamentos se caracterizan por ser flexibles y abiertos, por lo tanto destacan por su espacio. Se han incorporado paneles que pueden desplazarse, cocinas abiertas de estilo americano, hacia el exterior sólo hay cristal. Cada apartamento de la planta baja tiene entrada propia desde un jardín trasero, en los pisos superiores se ha optado por incluir un balcón a cada apartamento.
Interiores



La
Casa Creek diseñada por la firma de arquitectos
Roger Ferris & Partners se encuentra en una zona de litoral de
Connecticut en Estados Unidos. La casa se levanta sobre una superficie homigonada, recubierta por un jardín. La casa se caracteriza por el uso de la madera y el cristal como materia prima. Se trata de una casa de dos plantas, muy luminosa, la primera planta que alberga las zonas comunes queda expuesta a la naturaleza, la segunda en cambio, donde encontramos las estancias privadas, queda protegida por un muro de madera laminada, sin embargo, no se renuncia en esta planta a la luz, quedando el tramo más cercano al techo, libre de esta barrera.
Exterior de la Casa Creek



Su interior es todo un ejemplo de
diseño blanco. Está caracterizado por las líneas rectas. El suelo es de madera. Los muebles son de diseño clásico encontrándonos con diseños de Le Corbusier.
Interior


El Loft ocupa la undécima planta de un edificio del centro de Manhattan y fue diseñado por Work AD (Actualmente GWP). El encargo consistía en reconvertir el espacio en una vivienda con tres habitaciones, cuatro baños, una gran sala de estar donde poder recibir a muchos invitados y que a la vez pudiera utilizarse como despacho.
La existencia de dos terrazas y de 23 ventanales en tres de las cuatro fachadas del piso marcó el diseño, que desde un principio se inclinó hacia una distribución que no interrumpiera el perímetro. De esta manera, las habitaciones y los baños se colocaron en el interior de la planta cercados por un muro flotante de corian, que no llega al techo y cuya hendidura en su encuentro con el suelo le aporta una grácil ligereza. El ancho del muro no sólo permite separar claramente la zona pública de los espacios privados, sino que además da cabida a estanterías, armarios y hasta a una cama plegable para invitados.
La sala de estar está constituida por un espacio abierto y continuo donde los acabados del pavimento o las alfombras definen diferentes ámbitos para ver la televisión, relajarse, escuchar música o reunirse con amigos. El estudio se levantó unos centímertos del nivel del suelo y ocupa el centro de la sala de estar. En una de las paredes se acomodaron armarios de plástico laminado y una mesa de trabajo.

La cocina, de acero inoxidable y corian, se ubicó en la esquina sudeste de la vivienda para aventajarse de la luz matinal. Además, se abre a una de las terrazas, cuyo cerramiento está formado por una puerta de garaje abatible que permite ampliar la cocina y convertirla en un gran espacio al aire libre.

En ninguna estancia del apartamento el uso del corian es tan omnipresente como en los baños, donde el material se dobla para conformar los lavabos, tabiques y hasta banquetas para sentarse en la ducha.

Los muebles diseñados exclusivamente para el proyecto se combinan con clásicos como las sillas metálicas de los Eames o las tubulares de Mies van der Rohe.


Este Loft fue diseñado por Slade Architecture en Nuva York. El cliente que encargó la realización de este apartamento es un diseñador de moda con un gran interés en el diseño industrial y en la historia del diseño. En respuesta a los intereses del cliente, el diseño cuenta con un gran número de objetos aportados por el cliente, así como materiales inusuales. Estos materiales han sido seleccionados para transmitir sensaciones visuales y táctiles al visitante del apartamento. Se trata de un espacio de planta rectangular, con ventanales a ambos lados del apartamento. Con lo que el tratamiento de la luz en los espacios interiores es un objetivo importante del diseño.
El vestíbulo de la entrada guarda cierto aire industrial con grandes cristaleras y una puerta corredera de madera que da acceso al salón. La entrada posee un novedoso suelo de pizarra con hierba natural a los lados.
Al entrar en el apartamento encontramos la cocina de frente, unos cristales translúcidos permiten la entrada de luz natural en la misma, los marcos de estos cristales de color negro refuerzan el espíritu industrial del Loft. La cocina esta abierta al salón-comedor, excepto por el lado del fuego, este lado se ha ocultado para un mejor aspecto visual y para un efectivo control del los olores.
En la cocina encontramos una gran riqueza de materiales, desde granito a madera de arce negro contrachapado, que proviene del reciclaje de papel. Además se han incluido embellecedores de metal que enriquecen la composición, proporcionando diferentes vistas del conjunto, dependiendo de donde se mire. El bar se monta sobre unas ruedas, facilitando la apertura de la cocina si se desea, siendo posible configurar de distintas formas la transición entre la cocina y el comedor del Loft. 
En el salón-comedor, se ha optado por un mueble con una gran puerta corredera de madera contrachapada que permite ocultar el mueble principal discretamente. Un pasillo conecta el salón-comedor con el espacio privado de la casa (habitación y baño). A ambos lados del pasillo quedan espacios semipúblicos como un baño para invitados y la oficina, al final del mismo el dormitorio y un baño privado. Esta distribución muestra la transición espacial de lo público a lo privado. Estos espacios están separados por paneles de fibra de vidrio translúcido. |
|



El dormitorio principal ocupa todo el ancho de la zona sur de la vivienda, un baño y el vestidos separan a la habitación del resto del espacio. En el baño se ha optado por grifería cromada, el lavabo esta iluminado desde abajo, creando una sensación única para los sentidos. En él encontramos una vez más paneles translúcidos que dejan pasar la luz natural. En el baño se ha incluido un mueble, con antiguas puertas indias que combinan perfectamente con el ambiente moderno del Loft.

La casa de nueva planta, diseño de
1100 architects, se encuentra rodeada de edificios de principios del siglo XX de estilo
revival en el Upper East Side de
Nueva York. La fachada se ha resuelto con un diseño elegante, conectada estilísticamente con las primeras casas de los maestros de la Bahuaus, esta recubierta con bloques de piedra caliza de Winsconsin. La entrada es porticada, recubierta de madera, este pórtico tiene la intención de crear un espacio de transición del interior de la casa del exterior.
Exterior


La casa mira al
exterior, en su parte trasera posee un gran patio así como una gran terraza que funciona de solarium. El
interior esta diseñado para despertar los sentidos, especialmente el tacto con texturas en aluminio, acero o madera. Respecto a los colores utilizados abunda el contraste entre colores claros como el blanco, y oscuros como el negro, este contraste también se transmite en la fachada. En la
decoración se ha optado por muebles clásicos, donde la madera es la protagonista.
La
escalera es uno de los elementos más originales de la casa. Realizada en aluminio, la iluminación se realiza a través de pequeñas luces rectangulares.

Sigue Leyendo:
Más Casas de diseño actual: Consulta todas las Casas de diseño del Blog

En el barrio neoyorkino de Brooklyn, el equipo de
1100 architects se encargó de renovar en 2008 un edificio histórico construido a principio del XX en estilo neogótico. Su fachada de piedra arcillosa era la seña de identidad exterior del edificio. El proyecto se abordo teniendo en cuenta la relación entre pasado, presente y futuro. El
programa funcional esta compuesto de tres plantas, la planta baja donde encontramos estancias comunes, una segunda planta donde encontramos los dormitorios y espacios de trabaja y una tercera planta diáfana que funciona como sala de juegos. Algunos elementos originales de su interior como la chimenea o las molduras se mantuvieron. Por otro lado se hicieron nuevas estancias con estructuras de cristal y aluminio. Igualmente se eligieron muebles clásicos para determinados espacios y existentes en la casa como el salón principal. Para las nuevas estancias se optó por muebles contemporáneos de diseño y clásicos del diseño como la
Mesa de café Noguchi para el porche acristalado del patio interior. El diseño interior se caracteriza por el uso de las formas rectas, con colores luminosos como el blanco.