Ubicada en las montañas de Yubari, en Hokkaido, la planta de esta iglesia diseñada por Tadao Ando consiste en dos cuadrados solapados de diferente tamaño. El mayor de los dos cubos sirve como capilla, mientras que el pequeño, con una escalera de caracol semicircular sirve de acceso. El edificio está encarado hacia un lago artificial creado mediante la desviación de un arroyo cercano, que aporta una importante dosis de espiritualidad al edificio. A todo lo largo de uno de los lados del lago se alza un muro que termina en forma de L, recogiendo así la parte posterior de la iglesia y separándola del hotel cercano.
Junto al muro, y dominando el lago artificial, una suave pendiente ascendente conduce a la parte superior del pequeño volumen que constituye el núcleo de acceso a la capilla del agua. En su interior encontramos un espacio cerrado lateralmente con vidrios y abiertos a los elementos naturales, como el cielo.
Para acceder el visitante desciende a través de una mística escalera curva cargada de simbolismo, para aparecer a la espalda de la Capilla del agua. La pared del altar está totalmente acristalada, ofreciendo una imagen sosegada del lago de la que emerge una gran cruz. Este muro acristalado se puede deslizar hacia uno de sus lados, dejando el interior abierto a la naturaleza circundante.
En cuanto a la materialidad, Tadao Ando emplea en la iglesia de la luz su material predilecto, el hormigón, que curva en aquellos espacios cargados de simbolismo, empleando los elementos arquitectónicos como pasajes de una historia.
Para la Capilla del Agua Tadao Ando diseño una silla de madera con curvas suaves basadas en el cuerpo humano, enfatizando así la suavidad táctil propia de la madera. Las silla producen un relajante efecto en sus usuarios, que va de la mano de una iglesia pensada para despertar los sentidos y confraternizar con la naturaleza.
Datos del proyecto:
Arquitecto: Tadao Ando
Localización: Hokkaido near Tomamu, Japón
Proyecto: 1985
Construcción: 1988
El estudio
Nextoffice ha completado la construcción de una vivienda en
Teherán,
Irán que dispone de varios elementos ingeniosos para paliar los cambios climáticos. El edificio se adapta a los cambios climáticos de una de las ciudades más calurosas de oriente medio, con temperaturas que pueden superar los 50 Cº en verano, gracias a unas cajas que pueden rotarse abriendo o cerrando el edificio para protegerlo del intenso calor. Según los arquitectos: "La apertura y cierre de los volúmenes del edificio es una referencia a las casas iraníes tradicionales, que podían adaptarse dinámicamente a las diferentes estaciones del año, ofreciendo un Zemestan-Neshin (una sala de estar de invierno) así como un Taabestan-Neshin (un salón de verano) a sus residentes ". Incertidumbre y la flexibilidad son el centro del concepto de diseño de este proyecto.
El programa de la vivienda se distribuye en siete plantas: las dos plantas del sótano se han asignando a espacios destinados a la convivencia familiar, instalaciones de fitness y zona de bienestar -que incluye una piscina interior-, mientras que en la planta baja encontramos el hall, el garaje y el cuarto del servicio. Las estancias comunes se desarrollan en las plantas primera y segunda, mientras que la vida privada de la familia se lleva a cabo en las plantas tercera y cuarta.
La casa se adapta a las necesidades funcionales de sus usuarios. Por ejemplo, dependiendo de si hay invitados o no, la habitación de invitados (ubicada en el segundo piso) se puede reconfigurar para diferentes propósitos. Del mismo modo, el espacio destinado a despacho profesional y la sala de desayuno (situadas en las cajas rotatorias de los pisos primero y tercero) pueden cambiar su apariencia de acuerdo a los deseos de sus residentes. Otra de las funciones de las cajas es favorecer la ventilación cruzada, orientándolas para que el aire fluya a través de ellas desde el exterior. Gracias a un patio interior la luz natural penetra en el interior aunque las cajas que componen las habitaciones exteriores estén protegidas del sol. Interesantes soluciones para protegerse de temperaturas extremas.
Datos del Proyecto:
Localización: Teherán, Irán
Proyecto: 2013
Superficie: 1400 m2
Imágenes: Parham Taghioff, Mandana Mansouri, Salar Motahari, Majid Jahangiri
Situado en una de las torres residenciales Ritz de Boston, el proyecto dirigido por el estudio
The Morson Collection ha consistido en la renovación completa de un apartamento situado en una de las plantas superiores. La intervención ha supuesto la redistribución y rehabilitación de toda la residencia, desde el mobiliario y la decoración hasta la iluminación y los suelos de mármol. Además se ha aprovechado la intervención para incluir técnología domótica para el control de las ventanas y otros elementos como el Wifi o el equipo de sonido integrado en cada habitación.
El reto al que se enfrento el equipo de interioristas de cara al diseño final del proyecto era multifacético. En primer lugar y ante todo se deseaba dotar de un aspecto ligero y puro a las principales zonas abiertas de apartamento, y al mismo tiempo disponer de suficientes asientos para celebrar reuniones de amigos en el salón y el comedor. Todo ello transmitiendo un ambiente tranquilo y acogedor que potenciara las vistas sobre la ciudad de Boston, pieza clave en la residencia.
Crear un sentimiento individual único para cada una de las habitaciones privadas también fue una prioridad. Con ello se perseguía que el visitante pudiera recorrer el interior recibiendo continuamente sorpresas visuales de manera muy sutil, con pequeños detalles que marcan el carácter de cada habitante de la casa. Esto se transmite, por ejemplo, en la combinación de texturas lujosas o piezas de arte que definen fuertemente cada una de las áreas.