Sucursal de ING en Lyon de Outsign

El estudio francés Outsign nos propone un concepto diferente y revolucionario de la sucursal bancaria: el "café-bancario". Un espacio donde el cliente puede realajarse a la vez que consume los productos del banco ING. Puede tomarse un café o consultar el periodico mientras revisa sus cuentas o es asesorado por los miembros de la sucursal. El café ING de Lyon es fácil de identificar desde la calle: la fachada esta constituida por vitrinas transparentes que favorizan la perspectiva desde afuera y permiten apreciar el diseño interior del café. La entrada se encuentra enmarcada por dos maceteros con grandes plantas. El lugar cuenta con una buena visibilidad tanto diurna como nocturna, gracias a una iluminación que teatraliza el espacio.


El espacio de 200m2 ha sido distribuido en tres zonas diferentes. Un área de recepción, que tiene como objetivo informar y redirigir a los visitantes, y un espacio de detenimiento con conexión wifi, donde las personas pueden relajarse o leer revistas de forma gratuita, mientras toman una bebida caliente. Y finalmente, un tercer espacio que le permite hablar discretamente con un consejero, y discutir acerca de los diferentes servicios y productos que ofrece ING direct.



Los objetos han sido tomados de un contexto doméstico (reloj, asientos de tela, grandes sillones y cojines), junto con la seleccion cualitativa de los materiales utilizados: textiles, materiales cálidos, alfombras, pisos en madera, cortinas, adhesivos. El confort acústico esta garantizado gracias al revestimiento de los muros y a los paneles del techo que «rompen» el sonido. Este diseño arquitectónico es evidente a la vista, pero refuerza la teatralización del espacio. Son lineas suaves y flexibles que no imponen ruptura alguna.


En un área de servicio, la experiencia vivida por el cliente esta ligada al consejero quién asegura el contacto. El «cara a cara» clásico, es remplazado por una configuración «lado a lado» gracias al mobiliario diseñado a medida. Mesas redondas y bancos, que evocan una vez más un ambiente de café, ponen al cliente y al consejero al mismo nivel, eliminando así la diferencia de jerarquía.