Las ruinas de una antigua granja de piedra se ha convertido en el punto de partida del arquitecto
Carl Fredrik Svenstedt para construir una nueva vivienda rural con vistas al Valle de Luberon, un parque regional protegido por estrictos reglamentos que imponen entre otros aspectos construir con materiales tradicionales.
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© Carl Fredrik Svenstedt |
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Las ruinas de la antigua construcción de labranza fueron preservados con el fin de enmarcar la nueva casa, mientras que la casa de huéspedes y la piscina se insertaron dentro de los viejos muros de piedra. La casa principal está construida con bloques de piedra arenisca de 50 x 50 x 200 cm, de cantera cercana de origen romano.
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El esquema constrictivo recuerda a los clásicos juegos infantiles de bloques en el que con total libertad aparente se van insertando diferentes aberturas. Las gruesas paredes de la casa también crean masa térmica, transpiran y no requieren de aislamiento, incluso en esta zona de veranos calurosos e inviernos nevados funcionan como un perfecto aislante térmico.
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El resto de materiales empleados en la casa son la madera y el hormigón. Los interiores se han dejado sin tratar, con pisos de hormigón pulido y techos de madera contrachapada de abedul. La casa principal de 200m2 se caracteriza por una cubierta a dos aguas que recuerda a las construcciones tradicionales.
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El salón acristalado y las terrazas abiertas bajo este techo permiten abrir el interior al patio situado en el sur y las amplias vistas hacia el valle hacia el norte. El plan abierto del ala de los dormitorios está estructurado en tres volúmenes de madera contrachapada distintas, como grandes cajas. Puertas correderas ocultas dividen el espacio en dormitorios y baños. Un garaje de madera completa la planta cuadrada de la casa principal, y enmarca el estrecho pasaje de entrada a lo largo de las ruinas que también conduce a la casa de huéspedes de 35m2, con un muro de piedra escalonado como característica principal.
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Más casas de diseño actualCasa frente al Pacífico de Gonzalo Mardones ArquitectoCasa en la Roca de Olson Kundig Arquitectos
Diseñar una vivienda rural no debe suponer renunciar a líneas y materiales modernos y así lo ha demostrado con esta casa situado en
Irlanda del Norte el estudio de arquitectura de
Patrick Bradley. En el concepto de diseño se ha empleado voladizos y formas esculturales así como una paleta de colores naturales basada en materiales como el acero oxidado COR-TEN® y un metal expandido de color gris oscuro, todo ello basado en las formas y texturas empleadas en los sencillos cobertizos agrícolas ubicados alrededor de este edificio, de este modo se ha logrado complementar al paisaje circundante.
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© Richard Lavery |
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Como parte de un proyecto experimental, el edificio fue diseñado no sólo para ser innovador, sino también para ayudar a cambiar la percepción de la arquitectura contemporánea rural de Irlanda del Norte y como muestra de cómo es posible crear un diseño atrevido dentro de un presupuesto modesto.
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La casa fue diseñada no sólo para camuflarse en su entorno, sino también para ser una elegante pieza de arquitectura que mejora al sitio donde ahora existe. Para ello se han empleado 4 contenedores de 45 pies dispuestos aprovechando la orografía del terreno.
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Los promotores deseaban una casa de vacaciones de diseño simple y que conectara y respetara el entorno natural de la
isla escocesa de Skye. El equipo de arquitectos de
Rural Design se encontró con un paisaje geológico excepcional con suaves ondulaciones presentes desde la Edad de Hielo, esto suponía una gran dificultad, ya que el terreno no podía alterarse si se deseaba cumplir las premisa de respeto al entorno que habían transmitido los cliente. La decisión final fue elevar el edificio del suelo a través de finos pilotis de hormigón. De este modo se logro solucionar el problema del respeto al medio y al mismo tiempo orientar mejor la vivienda hacia las vistas.
La forma de la casa se estrecha deliberadamente hacia el norte, la reducción de su superficie, permite concentrar los espacio para la vida y orientarlos mejor hacia las vistas a través de una gran cristalera. El acceso se lleva a cabo a través de un pequeño puente de madera. Los vanos han sido situados estratégicamente, los situados en la altura superior del volumen captan la luz natural, mientras que los inferiores tienen como objetivo enmarcar las vistas, como pequeños lienzos dibujados con el pàisaje.
El interior está revestido principalmente en OSB, que proporciona resistencia a la estructura de madera y sirve de apoyo para el revestimiento. El espacio es un bien escaso en la casa ya que dispone de menos de 70m2 por lo que los espacios para almacenamiento se han repartido inteligentemente a lo largo de la casa. Una sencilla escalera de madera contrachapada conduce a la planta superior en la que encontramos el dormitorio principal.
La casa fue construida en el lugar con materiales gran parte de los materiales procedentes del territorio, esto ha supuesto un ahorro en costes. En el interior se requiere poca calefacción gracias a los altos niveles de aislamiento y estanqueidad del aire que ofrece el OSB, esto contribuye a reducir su huella energética, contribuyendo a su sostenibilidad.
En el exterior la textura y el ritmo de los tablones de madera de alerce escocés permite al edificio integrarse en el paisaje en un alarde de diseño rural contemporáneo.
La vivienda ha sido diseñada para un familia que vive en el exterior y desea pasar un año en su país de origen,
Finlandia por el estudio local
Playa Architects. La parcela se sitúa cerca de un lago y una playa natural que entorno propicio para el descanso. Desde el interior una gran ventana apunta hacia el lago, los arquitectos han abierto el interior hacia este elemento natural, mientras que permanece resguardado del denso bosque.
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© Tuomas Uusheimo |
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El programa queda dividido por un jardín-atrio y una terraza cubierta, a un lado encontramos pequeñas habitaciones, al otro, espacios de vida de dimensiones más generosas. Durante el verano la distribución en planta Permite la circulación completa a lo largo del programa. En lugar de separar totalmente la sauna del edificio principal como es tradicional en el diseño escandinavo, la sauna se ha integrado bajo el mismo techo de la vivienda. Un amplio pasillo al aire libre conecta ambos espacios lo que permite a los usuarios de la sauna enfriarse para recuperar la temperatura del cuerpo.
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© Tuomas Uusheimo |
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El exterior de color negro está pensado para difuminar el volumen del edificio entre las sombras de los árboles que conforman el bosque. En el interior se ha empleado madera tratada d abedul, pino y aliso, junto a este material se ha utilizado cemento pulido para crear la isla de la cocina que al mismo tiempo acoge una sencilla chimenea empotrada. El suelo y el techo son exclusivamente de madera de pino lo que le confiere al espacio una cierta uniformidad en cuanto a texturas y tonalidades.
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El estudio de arquitectura checo
Uhlik Architekti recibió un encargo singular, el cliente deseaba un espacio en el que poder ocultarse y huir de la vida frenética de Praga. Ya había adquirido con anteriroidad al encargo una parcela en medio de la naturaleza dentro de la región de Bohemia, un lugar que le traía recuerdos de su niñez. "Nos llevó a un lugar apartado y olvidado. Estaba en e medio del campo, entre bosques y prados, lleno de piedras extrañas. El paisaje mágico y el deseo del cliente caló en nuestros corazones.", comentan desde el estudio Uhlik Architekti.
"Nos llevó a un lugar apartado y olvidado. Estaba en e medio del campo, entre bosques y prados, lleno de piedras extrañas. El paisaje mágico y el deseo del cliente caló en nuestros corazones." Uhlik Architekti.
Los arquitectos decidieron construir con sus propias manos, una casa de tan sólo 16 m², con el apoyo de un carpintero y un herrero. La casa se adapta al terreno: su entrada descansa sobre las rocas más bajas, mientras que el fondo se asienta suavemente sobre una roca.
El interior de la casa consta de una sola habitación, un espacio libre y multifuncional con tres funciones: servir como asiento, cama y armario.
El exterior de la casa fue construida con madera procedente de los árboles del entorno, mientras que el interior ha recibido un recubrimiento de OSB (paneles de madera industrial). La vivienda se sella con dos capas de tela asfáltica.
Las superficies de vidrio que encontramos en la puerta lateral y la ventana trasera, garantizan la entrada de abundante luz. Paneles de madera esconden completamente los cristales. Así que cuando no hay nadie allí, el edificio se convierte en otra piedra en el medio del bosque.