Completada en
2007 la
Casa de Acero se ha convertido en una de las obras domésticas mas interesantes del arquitecto nipón
Kengo Kuma. Cinco años después la recuperamos como gran ejemplo de experimentación con materiales asequibles, una de las vías de exploración de la arquitectura contemporánea. La vivienda se construyó con
planchas de acero corrugado de 3.2 mm de espesor, empleando una estructura monocasco similar a la de los vagones de trenes. Su promotor es un profesor fanático de los trenes desde pequeño y guarda una colección de varias miles de maquetas de vagones. Por ello
Kengo Kuma decidió aplicar a la vivienda una técnica constructiva propia de estos vehículos cumpliendo uno de los sueños de su promotor: vivir en un vagón de tren.


La vivienda cuenta con una planta en forma de L y desde el exterior se asemeja a un vagón de carga que se detiene en la pendiente en la que se ubica el solar. Debido a restricciones legales la vivienda se asienta sobre una base de hormigón, pero el resto de la vivienda está construida íntegramente en acero, paneles de policarbonato y papel washi, con este último material Kuma trata de hacer un guiño a las viviendas tradicionales del barrio en el que se ubica.
Para el arquitecto japonés uno de los grandes males de la arquitectura japonesa contemporánea es el uso intensivo de hormigón. En este proyecto muestra una especial sensibilidad hacia los materiales frágiles empleados tradicionalmente en la arquitectura tradicional del país nipón, eso sí sustituyéndolos por materiales más contemporáneos como el acero o el policarbonato, pero huyendo en cualquier caso del hormigón que inunda la arquitectura japonesa actual.
El programa interior imita a un conjunto de vagones, distribuyéndose la vivienda a lo largo de espacios abiertos estrechos y largos. La estructura está libre de pilares centrales que entorpezcan la circulación interior. Los paneles se encuentran atornillados entre sí formando al mismo tiempo la estructura y la piel, impregnando al edificio de una personalidad única, alejada de las impersonales viviendas minimalistas de hormigón.
La casa consta de un amplio vestíbulo y un salón de té de estilo tradicional en el primer piso. El segundo piso es diáfano albergando el comedor, cocina, un baño y el dormitorio. Una terraza de madera ocupa el tercer piso. Las escaleras y techos son de metal. Kuma, sin embargo ha revestido las paredes interiores empleando para ello yeso blanco y policarbonato transparente añadiendo calidez al interior. Los paneles de policarbonato producen un suave resplandor verdoso que recuerda a los bosques japoneses de bambú.
Datos del proyecto:
Localización: Tokio, Japón
Finalización: 2007
Superficie Útil: 265 m2
Kengo Kuma Associates han proyectado un edificio para el nuevo Museo danés de historia natural que estará situado en
Copenhague. El estudio del arquitecto japonés utiliza un jardín botánico para fusionar la naturaleza y su historia. La experiencia comienza antes de llegar al edificio justo en el entorno natural de jardines de la ciudad desde donde se puede contemplar parte de los fósiles del interior, invitando a los visitantes a disfrutar de la experiencia histórica al completo.
Elementos vegetales se integran en el edificio, empleando por ejemplo paredes vegetales o jardines vegetales. Parte del edificio está enterrado bajo una colina cercana proporcionando un telón de fondo de tierra apropiado para su función. La frontera entre el museo y jardín está por lo tanto borrosa, cada uno complementa al otro en coexistencia pacífica. Las
paredes de cristal del suelo al techo conecta visualmente los espacios de exhibición con el exterior, y permite al mismo que la luz natural inunde el interior.
Datos del Proyecto:Localización: Copenhague
Arquitecto:
Kengo Kuma AssociatesEquipo: Miguel Huelga de la Fuente, Akira Kindo, Nicola Maniero, Ryuya Umezawa, Kimio Suzuki, Jaime Fernández
Colaboradores: Erik Moller, Jaja Architects
Kengo Kuma ha completado un edificio multifuncional en el distrito de Asakusa, Tokio, Japón. En una parcela de 346 metros cuadrados situada en una esquina de la puerta Kaminari-mon, uno de los cruces más concurridos del distrito, Kengo Kuma ha creado un contenedor para múltiples actividades. Entre ellas, funcionar como centro de información turística y actuar como dinamizador del distrito contando con una sala de conferencias, sala de exposiciones y una sala polivalente. El resultado ha sido un edificio vertical, diseñado para convertirse en un nuevo hito arquitectónico de ciudad.

Las diferentes plantas funcionan como capas individuales. Entre el techo y el suelo de la siguiente planta encontramos espacios ciegos destinados a albergar el equipamiento del edificio. Estos espacios definidos mediante diagonales se asimilan a los techos de las viviendas tradicionales de Japón. En total son ocho las "casas" apiladas. Muchas plantas parecen estar suspendidas en el aire, los voladizos ayudan a transmitir esta sensación de arbitrariedad en su construcción.



Cada planta tiene un función bien definida. El primer y segundo piso cuenta con un atrio y las escaleras de acceso, creando una secuencia en la que se puede sentir la inclinación de dos cubiertas. En la planta sexta, aprovechando la cubierta inclinada, se ha establecido una sala con cierto escalonamiento con la que toda la sala puede funcionar como un teatro. Como los ángulos de los techos inclinados y las alturas desde el suelo al techo varían de un piso a otro, cada piso se relaciona de manera diferente hacia el exterior, dándole un carácter único a cada espacio.
Datos del Proyecto: Localización: Tokio, Japón
Arquitecto: Kengo Kuma
Proyecto: 2009
Construcción: 2012
Superficie: 2159,52 m2
Kengo Kuma ha finalizado el
Museo Xinjin Zhi en la ciudad china de
Xinjin. La fachada principal se ha construido con
azulejos tradicionales locales, engarzados en cables de acero atirantados. El edificio cuenta con una segunda fachada, una piel de cristal, que permite la entrada de luz natural al interior. Situado a la entrada de un lugar santo taoísta -la montaña Laojunshan- , el edificio acogerá exposiciones religiosas dentro de una galería continua dispuesta en una una espiral con una altura de tres plantas, un concepto similar al del Museo Guggeheim de Nueva York.



La
fachada sur se divide en dos volúmenes, uno superior y otro inferior situados de forma escalonada en diferentes ángulos. Esta idea responde a la necesidad de crear dos niveles diferentes para poder incluir una
lámina de agua. No es la única lámina de agua que encontramos en el edificio, otras se encuentran situadas tras los azulejos, la mezcla de la luz tamizada y el agua sugieren un cierto misticismo.


Por el lado
este, una gran pantalla de azulejos se recuesta sobre el edificio aportando dinamismo a la plaza adyacente, concebida como un gran espacio público. La fachada del lado
norte es estática y plana. Así, la pantallas pantallas de azulejos se transforman de una a otra fachada, aunque envuelven al edificio como una sola piel.

Para rendir homenaje al
taoísmo que hace hincapié en la naturaleza y el equilibrio. Los azulejos se mantienen en suspensión. Los azulejos son
partículas de arquitectura que se entremezclan con el paisaje natural que rodea al museo.
