Este proyecto diseñado por Z-level se encuentra en Agios Fokas en el suroeste de la isla griega de de Lesbos rodeado por campos de cultivo compuestos de olivares. Las únicas estructuras de la zona son pequeños edificios agrícolas -llamados ntam-. Topográficamente, las 3.5 hectáreas de parcela situada junto al mar se encuentran en una pendiente. Los propietarios, dos hermanos y sus familias, son habitantes de la isla, y están acostumbrados a vivir entre Atenas y Boston, por ello decidieron forjar nuevos lazos con la tierra de sus antepasados, construyendo aquí su nuevo hogar.
Disponer de una vivienda cercana a la playa es un autentico lujo, acertar con un estilo para el interior puede ser una tarea complicada que depende de factores como la zona en la que se ubica, el uso que le vayamos a dar y por supuesto nuestros gustos personales y nuestro presupuesto. Una casa en la playa es un oasis en el que descansar y relajarnos o reunirnos con la familia por ello debemos sentirnos cómodos en ella, la vivienda debe estar siempre preparada para vivirse. En este artículo os mostraremos una recopilaciòn de casas en la playa de diferentes estilos para que os inspiréis.
Crear un ambiente vintage
Una vivienda con historia merece una cuidada decoración vintage. En este caso tenemos una casa en la playa de 1950 en Nueva Zelanda con un diseño interior que se compone de muebles restaurados de estilo vintage. Destacamos la gran mesa de comedor, junto a la ventana para potenciar las vistas sobre la playa. La mesa se conjunta con sillas clásicas de diseño escandinavo. Un estilo nada pretencioso. Según los interioristas, los promotores deseaban disponer de un espacio en el que la familia y sus invitados se sintiesen lo suficientemente cómodos para poner sus pies en alto y al mismo tiempo ser lo suficientemente elegante y cálido como para sentirse acogidos.
La forma de esta vivienda diseñada por Mark Dzeiwilski se inspira en su entorno: la playa y las olas de Malibú Beach en Los Ángeles. El edificio se sitúa literalmente sobre la arena de la playa, pasando el océano justo por debajo cuando la marea está alta. El interior, gracias a su situación privilegiada, se abre a tres lados del volumen principal. Los principales espacios se abren hacia el océano a través de paredes de vidrio y balcones protegidos por aleros. Esta relación entre interior y exterior era muy importante para el promotor. Debido a las reducidas dimensiones y otras particularidades de la parcela sobre la que se asienta se ha optado por crear un plan compacto de planta abierta en la que se suceden los diferentes espacios.
© Mark Dzeiwilski |
© Mark Dzeiwilski |
El diseño evoca a elementos marítimos como los barcos o las grúas de carga de los muelles lo que se refleja directamente en su programa. El edificio se apoya sobre pilotis para dejar espacio a la marea alta. La estructura en ángulo de la casa permite orientar de una mejor maneras las vistas. Esta diagonal también refuerza el drama del voladizo y crea cierta tensión en la composición, flotando sobre las olas.
© Mark Dzeiwilski |
© Mark Dzeiwilski |
© Mark Dzeiwilski |
Es un sitio inusual, ya que la casa no permanece alineada con respecto a las viviendas adyacentes, generándose tres fachadas principales de cara a la playa, dos laterales y una frontal. Era muy importante que la casa se activara visualmente en todas las fachadas. Las curvas de las ventanas reflejan el movimiento del mar. Fue construida sobre los cimientos de una casa existente, así que no se requirió perturbar el entorno natural. Fue posible reutilizar la estructura existente, transformándola en algo totalmente diferente sin necesidad de demoler y reconstruir.
© Mark Dzeiwilski |
© Mark Dzeiwilski |
© Nico Saieh |
Las habitaciones privadas están ubicadas en la planta baja de la casa con acceso directo al jardín. La sala principal se encuentra en la planta superior, en un volumen suspendido que domina la vista y destaca la clara intención de la casa por capturar el horizonte.
El arquitecto eligió hormigón armado con dióxido de titanio como el único material utilizado en la casa. El hormigón armado permite crear la estructura en pendiente, dejándola parcialmente enterrada y haciéndola resistente ante eminentes riesgos sísmicos, un aspecto muy importante en un país como Chile. El dióxido de titanio añadido al hormigón permite blanquearlo, además de ayudad a la eliminación de gases nocivos, convirtiendo al edificio en una especie de árbol fabricado por el hombre.
© Nico Saieh |
La azotea se ha diseñado como una quinta fachada terminada en piedra blanca. La piedra blanca teñida de la azotea es una reminiscencia de la ola que rompe justo en la costa del Pacífico situada a los pies de la casa.
En un impresionante paisaje natural en el archipiélago de Nueva Escocia, Canadá, encontramos esta vivienda de líneas sencillas que permanece impasible mirando al Atlántico. La casa ha sido realizada para una familia que deseaba cambiar de aires para criar a sus hijos, una profesional de los bienes raíces y un empresario relacionado con el golf. La casa diseñada por el arquitecto Omar Gandhi está recubierta parcialmente en cedro para no competir con el paisaje y tratar de integrarse en él. El desnivel del terreno se ha aprovecha para crear la ilusión óptica de que la vivienda se desarrolla en una sola planta. La segunda planta se ha creado a partir de la pendiente del terreno. De este modo el volumen visto desde el la zona trasera es mucho más ligero visualmente.
La entrada se realiza a través de una sencilla puerta de cristal situada en el piso superior. La pared de la zona trasera dispone de grandes ventanales que enmarcan la vista del mar. En el segundo piso están las salas de estar para recibir invitados y la habitación de invitados. Sólo una chimenea y el cambio en la altura del suelo separa a los espacios para la vida de la sala comedor en la que se ha integrado a la cocina. El diseño interior es Jill Greaves.
La planta baja está dedicada a un espacio íntimo, como la sala de estar familiar y las habitaciones. El acceso se realiza a través de una imponente escalera de doble altura flanqueada por paredes de cristal que enmarcan el océano.
Algunas zonas de la casa recibieron colores vibrantes, que, vistos desde el exterior, contrastan con las placas discretas de cedro. La suite tiene acceso visual al puerto privado.
En Cádiz, Alberto Campo Baeza ha construido un plano infinito con vistas al mar, y que ha sido catalogada por el arquitecto español como la casa más radical que jamás ha hecho. Un homenaje al pasado Romano del lugar sobre el que se asienta y su estrecha relación con el mar. La pureza de líneas propia de la arquitectura de Campo Baeza permanece presente en cada rincón de esta obra.
© Javier Callejas Sevilla |
© Javier Callejas Sevilla |
Descripción de los arquitectos:
Al borde mismo de las aguas del Océano Atlántico, donde el mar une el nuevo y el viejo continente surge una plataforma de piedra. En el lugar por el que cruzaban y cruzan todas las naves que vienen del Mediterráneo a abismarse en el Atlántico. Allí hemos levantado una casa como si de un muelle frente al mar se tratara. Una casa que es un podio coronado por un plano horizontal superior. Sobre ese plano horizontal rotundo, despejado y desnudo, nos situamos frente al horizonte lejano que traza el mar por donde se pone el sol.
© Javier Callejas Sevilla |
Un plano horizontal en alto, construido en piedra, en travertino romano, como si fuera de arena, un plano infinito frente al mar infinito. Nada más y nada menos. Para materializar este plano horizontal elevado, que es la estancia principal de la casa, construimos una gran caja de 20 metros de frente y 36 metros de fondo. Y bajo los primeros 12 metros excavamos dos plantas en el sólido capaz de piedra para desarrollar todo el programa de la vivienda.
© Javier Callejas Sevilla |
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© Javier Callejas Sevilla |
Los romanos estuvieron allí hace un puñado de siglos. Bolonia, las ruinas de las factorías pesqueras romanas donde elaboraban el garum y levantaron algunos templos a sus dioses, está a la vuelta de la esquina. En su honor hemos construido nuestra casa, como una acrópolis en piedra, en travertino romano.
© Javier Callejas Sevilla |
© Javier Callejas Sevilla |
Para que esa plataforma tenga más fuerza incorporamos todo el terreno hasta el muro de entrada que nos separa de la calle, también en travertino romano. La entrada a la casa, traspasado este muro, se hará “en trinchera” por unas escaleras excavadas en el plano de la plataforma. Sobre la desnuda plataforma de piedra, tres muros nos guardan la espalda y los costados protegiéndonos del fuerte viento allí dominante. A veces pareciera que alguien allí abriera el odre de los vientos de Eolo. Los mismos vientos que empujaron la embarcación de Ulises en su nostos.
© Javier Callejas Sevilla |
Hay un precioso aguafuerte de Rembrandt de 1655, “Cristo presentado al pueblo”, que siempre me ha fascinado. Allí Rembrandt traza una línea recta, horizontal. Perfectamente recta y perfectamente horizontal. Es el borde del potente estrado, podio, sobre el que se desarrolla la escena. Allí, como Mies hiciera tantas veces, ha convertido el plano en línea. Estoy seguro de que a Rembrandt, y a Mies, esta nuestra casa podio, todo podio, sólo podio, les gustaría. Y a Adalberto Libera, pues eso fue lo que hizo cuando construyó la Casa Malaparte en Capri. Y a nosotros también. Y cuando desde la playa contemplemos nuestra casa, nos acordaremos de todos ellos.
© Javier Callejas Sevilla |
© Javier Callejas Sevilla |
© Javier Callejas Sevilla |
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Datos del proyecto:
Localización: Ensenada de Bolonia, Cádiz, España
Arquitecto: Alberto Campo Baeza
Proyecto: 2014
Construcción: 2014
Superficie: 900 m2
Fotografías: © Javier Callejas Sevilla