El
estudio 3XN ha completado en una isla artificial en
Marmolen al norte de
Copenhague, Dinamarca la sede territorial para la Naciones Unidas. Un sorprendente edificio con planta en forma de estrella que refleja los valores compartidos por la organización. El conjunto está compuesto de ocho alas que simbolizan la presencia de la ONU a cada rincón del mundo. Las paredes del dique son de acero corten que se contrapone con la base de acero bruñido y la blancura de sus fachadas principales de aluminio perforado. Según los arquitectos, esta composición de texturas está inspirada en los barcos de color blanco que suelen frecuentar la bahía.
El edificio cuenta con un
revestimiento de fachada de parasoles de aluminio perforado blanco, desarrollado por 3XN y Pihl, contratista que también ha participado en el proyecto de Ciudad de la ONU. Estas persianas garantizan la protección solar sin bloquear las vistas ni la luz natural. La fachada se divide en módulos de tres metros de largo, y los empleados pueden controlar telemáticamente los parasoles situándolos según sus preferencias. El resultado es un ambiente interior mejorado, y una fachada dinámica que refleja un edificio lleno de vida.
El interior también resulta impactante, un gran atrio central que contiene todos los espacios comunes constituye el núcleo central del edificio. Desde este inmenso espacio central se distribuyen todas las Agencias del organismo a lo largo de las alas independientes. Una escultural escalera conecta todos los niveles. Este elemento debe ser visto como un símbolo del trabajo que realiza la ONU para promover el diálogo, la interacción y el encuentro positivo entre gente de todas partes del mundo. En la vida cotidiana del organismo, la forma escultórica impulsa a los empleados de la ONU a querer usar las escaleras, y por lo tanto este elemento se convierte en la base para las reuniones informales de cooperación entre los distintos organismos.
Otro de los punos importantes en su diseño es la sostenibilidad del edificio, para ello se han instalado 1400 paneles solares que generan un total de 297.000 Kw/h al año, lo que se transforma en una reducción de los requerimientos de consumo eléctrico del edificio. Además el edificio ha sido diseñado para limitar el uso de productos químicos y contaminantes, tanto durante su construcción como en su uso diario. El edificio está ventilado por completo con aire exterior filtrado. Esto asegura que sólo entre aire limpio y fresco al interior, ayudando a el nivel de humedad interior. El agua del mar es también empleada para el sistema de climatización. Además aprovechando el alto índice de pluviometría del lugar se ha instalado un sistema capaz de capturar 3 millones de litros de agua al año que permite cubrir el suministro de las cisternas de los aseos durante el mismo periodo.
Una cubierta vegetal es otro de los elementos que ayudan al edificio a ser más cuidadoso con el medio ambiente al reducir la radiación solar en los meses de mayor temperatura.
Datos del proyecto:
Localización: Copenhague, Dinamarca
Arquitectos: 3XN
Superficie Total: 52.000 m2
Construcción: 2013
Presupuesto: 134 millones de Euros
El estudio de interiorismo danés
Norm ha diseñado este interesante apartamento en el barrio de
Frederiksberg en Copenhague, empelando para ello una paleta bícroma formada por el negro y el blanco.Los arquitectos han creado un espacio cuya única decoración son las sombras provocadas por una cuidada y estudiada iluminación. Otro aspecto importante ha sido la utilización de materiales naturales como la madera.
El apartamento de 74 m², sufrió una intensa transformación para amoldarse a las necesidades de una pareja danesa que vive en España. Se rediseñó todo, manteniéndose el suelo y la estructura originales. Se crearon varios huecos con iluminación empotrada, como si de lienzos en blanco se tratasen. La intensidad de la iluminación es ajustable a través de los iPhones de los propietarios. Debido a que es un hogar de transición los arquitectos optaron por el minimalismo como estilo a aplicar al espacio. La idea es diseñar una vivienda fácil de mantener y que permita a sus propietarios disfrutar al mismo tiempo de un espacio único.
En la sala de estar destaca la pared que alberga la chimenea y la televisión, ambos elementos en tonos oscuros creando un interesante contraste cromático. En la cocina se ha instalado iluminación bajo el mobiliario. En al oficina encontramos una gran mesa de 3 metros de largo. En el dormitorio podemos ver unas curiosas mesillas suspendidas con capacidad para un sólo libro. La terraza en la última planta, es casi tan grande como el apartamento. La madera prevalece en el jardín de estilo oriental.
Kengo Kuma Associates han proyectado un edificio para el nuevo Museo danés de historia natural que estará situado en
Copenhague. El estudio del arquitecto japonés utiliza un jardín botánico para fusionar la naturaleza y su historia. La experiencia comienza antes de llegar al edificio justo en el entorno natural de jardines de la ciudad desde donde se puede contemplar parte de los fósiles del interior, invitando a los visitantes a disfrutar de la experiencia histórica al completo.
Elementos vegetales se integran en el edificio, empleando por ejemplo paredes vegetales o jardines vegetales. Parte del edificio está enterrado bajo una colina cercana proporcionando un telón de fondo de tierra apropiado para su función. La frontera entre el museo y jardín está por lo tanto borrosa, cada uno complementa al otro en coexistencia pacífica. Las
paredes de cristal del suelo al techo conecta visualmente los espacios de exhibición con el exterior, y permite al mismo que la luz natural inunde el interior.
Datos del Proyecto:Localización: Copenhague
Arquitecto:
Kengo Kuma AssociatesEquipo: Miguel Huelga de la Fuente, Akira Kindo, Nicola Maniero, Ryuya Umezawa, Kimio Suzuki, Jaime Fernández
Colaboradores: Erik Moller, Jaja Architects
El estudio danés
C.F. Moller ha finalizado la rehabilitación de una antigua escuela en
Copenhague. La escuela fue construida en 1847 y carecía de las condiciones necesarias para impartir la enseñanza en la actualidad.
C.F. Moller ha rehabilitado y recuperado cuidadosamente el edificio para la enseñanza, dotándolo de un diseño moderno y actual. Una combinación de colores basada en los edificios cercanos han sido utilizados en la fachada de la ampliación, de este modo el nuevo edificio se integra en un entorno histórico en cuyas proximidades encontramos un acuartelamiento naval de la época del rey Christian IV.
"La idea ha sido crear un edificio que se expresa en el lenguaje de los niños -Colorido y musical- Al mismo tiempo, el edificio se integra con el entorno histórico", dice el arquitecto y socio de
Wiggers Lone. El nuevo edificio de seis plantas, con su impresionante fachada de cristal le da un toque moderno a la escuela Sølvgade, mientras que su tejado inclinado y su esquema de color basado en tonos pastel lo integra perfectamente en el entorno histórico.
En el
interior el esquema de color prosigue. Planos rectos e inclinados se solapan entre si creando un diseño dinámico que favorece la imaginación y la creatividad. Mientras que mantiene su sensibilidad moderna, el edificio toma los colores, las proporciones y las referencias de los edificios históricos de su alrededor. La
fachada de doble acristalamiento actúa como chimenea natural evitando el precalentamioento del interior, reduciendo así la necesidad de sistemas de refrigeración. Además mantiene las aulas aisladas de ruidos procedentes del exterior.
El primer puente construido en cincuenta años sobre la bahía de
Copenhague destaca por su diseño simple y esbelto, salvando una luz de 190 metros con sólo 5 metros de anchura. El nuevo puente funciona como una pasarela peatonal con tráfico segregado para bicicletas conectando dos zonas de nueva creación de la capital danesa. Se calcula que más de
5000 personas pasan por este puente que une una importante zona comercial de la ciudad y un barrio residencial a orillas de la bahía.
La estructura de acero se extiende entre los dos muelles del puerto como un arco de líneas suaves. El puente rota sobre sí mismo para dejar paso a la entrada de buques al puerto turístico que aún sobrevive en esta zona con pasado industrial. Durante la noche las barandillas se iluminan dejando un reguero de luz difuminada sobre el agua engrandeciendo un entorno local donde destacan los edificios acristalados. El puente ha sido diseñado por
DISSING+WEITLING y ha contado con un presupuesto de
6,5 millones de Euros.