La nueva biblioteca de la ciudad italiana de
Manarello diseñada por el arquitecto japonés
Arata Isozaki y el local Andrea Maffei se encuadra en un plan de regenerar la ciudad a través de la nueva arquitectura. Ambos arquitectos ganaron el concurso internacional "Proyectar la Cultura" para la construcción de la biblioteca en
2007, al que se presentaron más de 150 proyectos. En Septiembre de 2009, se comenzó la construcción, finalizándose en Octubre de 2011.
El edificio de
1000 metros cuadrados, esta rodeado por tres de sus cuatro lados por sendas paredes recubiertas de hiedra. La biblioteca está conformada por un
volumen transparente con paredes de cristal curvas lo que le confiere un diseño orgánico y minimalista. El interior está dividido en diferentes ambientes pero todos conectados entre sí: fonoteca, videoteca, zona de prensa, sala de estudio, zona de lectura con noventa puestos, etc.
El programa se divide en
dos niveles. En el
nivel de calle se encuentran además de una pequeña cafetería, los espacios reservados para consulta y estudio. En el
sótano, encontramos un espacio reservado para niños y adolescentes, lo que permite que estos puedan desarrollar sus actividades sin interceder en las de los adultos. En esta nivel también encontramos una sala de exposiciones y conferencias.
El tratamiento de la luz toma un papel fundamental en el edificio como ocurre en las obras de
Isozaki. Las grandes superficies de cristal reflejan el verde intenso de la hiedra. El blanco absoluto de los paramentos y el mobiliario interior contrasta fuertemente con el tono verde. La luz que inunda el espacio abierto de la biblioteca lleva a cabo un interesante juego de reflejos, rebotando en los elementos blancos como los muebles, el suelo, los elementos estructurales o el vidrio transparente que conforma las paredes exteriores.
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