Feldman Architecture ha llevado a cabo la rehabilitación de esta vivienda situada en el barrio histórico de San Francisco, Estados Unidos. El edificio original contaba con una fachada de estuco poco usual en el entorno urbano sobre el que se inserta, caracterizado por el uso intensivo del ladrillo y piedra. La primera decisión de los arquitectos fue recubrir la fachada con piedra caliza y sustituir las ventanas originales por marcos de metal que le confieren profundidad a los vanos transmitiendo una imagen más moderna y actual del exterior. La tercera planta fue ampliada a través de un remonte.
Su estrechez condiciona la distribución interior compuesta de espacios diáfanos que aprovechan al máximo las dimensiones de su planta. Para poner en valor las impresionantes vistas de las que dispone la vivienda hacia el skyline de San Francisco y monumentos como la Torre Coit o el Golden Gate, los espacios para la vida se han trasladado al nivel superior que dispone de tres paredes de cristal que trasmiten la sensación de flotar en el aire.
Este espacio abierto se ha reservado para la cocina y sendos comedores, uno interior y otro exterior. Los clientes deseaban que la cocina fuera uno de los elementos más importantes de la vivienda dada su pasión por cocinar. En ella todo permanece oculto y además dispone de una gran cantidad de espacios para almacenar. La cubierta al aire libre dispone de un pequeño huerto urbano y una parrilla.
La escalera de acero, madera y cristal funciona como un tragaluz vertical que transporta la luz natural desde las plantas superiores a las inferiores. A lo largo del interior encontramos una gran variedad de texturas y colores que combinados entre sí aportan armonía y frescura al interior.
El proyecto diseñado por Rafael de la Hoz se ha desarrollado sobre el antiguo cuartel de Daoiz y Verlarde, el objetivo principal era preservar la arquitectura, una muestra representativa del patrimonio industrial y militar de Madrid. Desde el principio, la idea era respetar la geometría básica de la edificación existente, así como su estructura de metal de dientes de sierra y la fachada de ladrillo. El espacio interior se ha vaciado para crear un contenedor para el Centro Cultural, que se divide en dos áreas con puntos de entrada y áreas de circulación separadas, pero con una fuerte conexión visual y espacial entre ellos, dando flexibilidad al conjunto para su adaptación a diferentes tipos de eventos.
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© Alfonso Quiroga |
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Un generoso espacio común, se ha creado en la entrada, un lugar de encuentro, de información y exposiciones, que funciona como un ágora cubierta, como si la plaza al aire libre fuese prorrogada hacia el interior del edificio. Se ha desarrollado un techo de alta tecnología para aprovechar al máximo la luz natural y la ventilación. La remodelación de este antiguo edificio industrial, y el cuartel abandonado, se ha llevado a cabo de una manera sostenible en cuanto a la eficiencia energética y la integración de sistemas de captación basados en energías renovables.
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La fachada de ladrillo existente se ha respetado, al igual que la estructura de la cubierta construida a partir de perfiles de hierro fundido, totalmente contrapuesta se ha creado una estructura de hormigón, que se utilizará para la climatización del edificio a través de su termo-activación.
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La armadura original del techo y sus pilares metálicos han permanecido suspendidos en el aire mientras se completaba el resto del interior del edificio. Volviendo a la eficiencia energética, la energía geotérmica se utiliza para calentar y enfriar el edificio, de tal manera que un intercambiador aire-tierra funciona como un mecanismo de pre-tratamiento para la renovación del aire en su interior. El coste derivado del uso de la energía es mucho menor gracias a la implantación de soluciones tecnológicas como esta.
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Datos del Proyecto:
Localización: Madrid, España
Superficie: 6,850 m2
Proyecto: 2013
Fotografías:
Alfonso Quiroga
En el londinense barrio de Mayfair el estudio de arquitectura Squire and Partners ha completado esta renovación de tres viviendas contiguas transformándolas en una sola residencia de lujo. Las viviendas de estilo Georgiano datan de finales del Siglo XVII y están protegidas por las leyes urbanísticas locales, lo que complico el proyecto desde sus inicios. El equipo de arquitectos decidió finalmente recuperar las fachadas originales que se encontraban en mal estado y además a uno de los lados han creado una nueva extensión caracterizada por un recubrimiento decenas de hojas de cobre que contrastan con la textura de la piedra y los paramentos blancos del conjunto original.
La mezcla de materiales y estilos pretende denotar la longevidad y evolución de los edificios, desde su creación hasta el presente. El color anaranjado del cobre ofrece un diálogo intencionado con la fachada original de ladrillo. El nuevo volumen construido sobre el patio trasero de una de las viviendas permite además mejorar la iluminación natural del interior gracias a los amplios vanos que encontramos sobre todo en la fachada trasera.
El programa incluye dos sótanos que han sido reconvertidos en sala de cine y piscina cubierta. Las áreas sociales ocupan las plantas bajas y las habitaciones de los dos superiores. En el diseño interior se ha optado por una combinación de materiales clásicos como mármol o madera con otros más sofisticados como el aluminio cepillado.
El proyecto diseñado por
Eva Cotman se centra en la renovación de un apartamento el barrio barcelonés del
Raval. El programa ha sido completamente rediseñado eliminando las paredes internas originales de la vivienda. Una
librería-escalera es el núcleo central del nuevo interior, entorno a ella se organizan las diferentes áreas. Parte de la estructura original como los muros de ladrillo o las vigas de madera del techo se han dejado a la vista, pintándose en color blanco para integrarlas en el conjunto.
Eliminando el falso techo se ganó la altura adicional necesaria para que quepa una plataforma con una cama para invitados. También se utilizó el espacio bajo el techo para crear un espacio de almacenamiento, accesible desde esta plataforma. El nuevo programa del apartamento se dividió en un nuevo espacio abierto que consta de cocina, comedor con sala de estar, un baño y un dormitorio. Se accede a la plataforma a través de una inteligente estructura que funciona como estantería y escalera al mismo tiempo, además esta estructura separa los espacios de día de las estancias privadas. El aspecto económico fue una parte importante del proyecto, ya que una de las premisas de la joven pareja promotora era que el proyecto debía ser un proyecto de bajo coste y con una ejecución corta en el tiempo.
El dormitorio es muy minimalista, con paredes de ladrillo a la vista y blancas y una estructura de la cama muy simple. El cabecero de la cama fue creado simplemente enyesando la pared de ladrillo y pintándolo de blanco, obteniendo así una textura distinta.
Localización: Barcelona, España
Arquitecta: Eva Cotman
Proyecto: 2013
Fotografías: Eva Cotman