Minimalismo extremo en un Loft en Brooklyn


Williamsburg es uno de los barrios de Brooklyn de moda, allí encontramos este loft situado en un antiguo labortorio industrial. El espacio era originalmente mayor, pero su propietaria decidió dividir los más de 200m2 del espacio original en dos apartamentos, uno para ella y otro para alquilar. El edificio goza de una apasionante historia reciente, puesto que fue desocupado al considerarse que no cumplía los requisitos mínimos para albergar viviendas, tras la lucha iniciada por los vecinos y artistas que lo ocupaban, el edificio ha sido declarado finalmente legal para albergar viviendas y estudios para artistas. La promotora, preocupada por preservar las características industriales de la construcción, pidió al arquitecto de Skip Bolling que la ayudara sólo a construir un ambiente contemporáneo manteniendo los atributos originales del edificio. Por lo tanto, se mantuvieron algunos elementos como el suelo de cemento envejecido por el tiempo y las grandes ventanas de hierro que ocupan algunos de los muros de doble altura. 

© Filippo Bambeghi
© Filippo Bambeghi
© Filippo Bambeghi
Con el espacio totalmente renovado y seguro llegó el momento de decorar y amueblar. La dueña decidió que su casa sería minimalista y ecléctica. Para encontrar piezas exclusivas recorrió tiendas de segunda mano y mercados de piezas antiguas, haciéndose con una amplia colección de piezas de los años 1970, 1960 e incluso anteriores. La mezcla de estilos y épocas se  integra armoniosamente con las paredes y el suelo que han sido envejecidos por el tiempo. 

© Filippo Bambeghi
© Filippo Bambeghi
© Filippo Bambeghi
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"El objetivo no era que los muebles destacasen,  sí que se creasen diversas capas de color, como una especie de pintura tridimensional generada por fugas", Ivonne, propietaria. 


© Filippo Bambeghi

Con la nueva decoración el loft ganó en personalidad. La cuidada y estudiada iluminación ayuda a mantener el ambiente ecléctico durante la noche. Sin embargo, el atributo más importante para la propietaria siempre había estado allí, ganando un mayor protagonismo con la reconversión: las impresionantes vistas del puente de Williamsburg y el Lower East Side de Manhattan.

© Filippo Bambeghi
© Filippo Bambeghi
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